VÍCTIMAS DEL EFECTO PIGMALION

 

Imaginemos cuatro situaciones: # Una mujer que cree que no es nada aprovechable, que es aburrida, que no aporta nada a nadie, que no entretiene, ni es divertida; quiere hacer amigos pero no tiene ni uno solo y los que hace le duran poco porque enseguida se dan cuenta de que no vale nada y prefieren quedar con otra persona (o eso cree ella). # Otra mujer "pienso que no soy guapa, que tengo defectos en mi cara (nariz grande) en mi cuerpo (pecho normal pero pequeños) que me hacen menos apetecible que otras mujeres, nunca le voy a gustar a ningún hombre" # Tercero, un estudiante que cree que no se sacará la oposición y todo su entorno le anima para que siga adelante y finalmente la saca. # Y por último, el tercero de tres hermanas que siempre le han tratado como un don nadie, del que todo el mundo se burla y cree que no podrá conseguir un trabajo que le guste. Todos ellos son víctimas del efecto pigmalion o la profecía autocumplida. El psicólogo Robert Rosenthal en 1966 demostró como las expectativas de los experimentadores influian en los sujetos estudiados, en su caso, ratas. Tenía dos grupos: a uno de ellos les hizo pensar que trabajarían con un grupo de ratas con capacidades excepcionales y al otro grupo, con una serie de ratas que no harían gran cosa. Gracias a la simpatía y el afecto procesado por el primer grupo, sus ratas obtuvieron mejores resultados en encontrar la salida del laberinto que las del grupo dos, algunas de las cuales ni siquiera se movieron de la salida. Mas adelante Rosenthal y Leonore F. Jacobson, realizaron un experimento a nivel educativo con niños de un barrio pobre en una escuela de San Francisco, en este caso, las expectativas que se manejaron fueron las de los profesores. Se demostró que un porcentaje significativo de los alumnos a los que se les habían inchado las notas de los test, sacaron mejores resultados académicos que a los que se les bajaron las notas para engañar al profesorado y todo, porque los profesores tuvieron una actitud más positiva, optimista y mostraron mayores conductas de apoyo con ese primer grupo que con el segundo. Es decir, las creencias que otros tienen en nosotros mismos influyen en nuestros resultados y lo que es peor, en las expectativas que nosotros tendremos en nuestras propias capacidades. Es muy probable que todas esas frases de Mr. Wonderful vayan en esta línea. Volviendo a los ejemplos anteriores. La mujer que cree que no es de provecho para nadie, se aislara y perderá oportunidades para conocer gente, se quedará sola y su teoría de que no le gusta a nadie se verá reafirmada, solo porque sin darse cuenta, esta fomentando que eso suceda. Lo mismo le ocurre a la mujer del caso 2, la que no va a hacer ningún esfuerzo por interaccionar con hombres por miedo a fracasar, será dificil conocer a alguien que le guste y que pueda gustar.... sin quererlo se asegurará cumplir su propia profecía. Al estudiante que tiene mala opinión de si mismo, como otros le apoyan, seguirá intentándolo y al ver que lo consigue, irá cambiando su opinión de si mismo a mejor. Y en el último caso, es un chico que se bloquea tanto ante las entrevistas y en los psicotenicos que nunca le cogerán en ningún sitio, porque llegará el momento en el que por evitar sufrir ansiedad, dejará de presentarse a dichas candidaturas cumpliendo así su teoría y la de su familia, de lo poco que vale. Conocer el efecto que otros tienen en nuestras expectativas y como adultos, tener cuidado cuando tratamos con niños conociendo como nuestra opinión afecta a la manera de verse a si mismos, es clave para asegurarnos una buena autoestima y un futuro mejor.