Como controlar la Ira en Niños
Los enfados son frecuentes en niños de casi todas las edades, más cuanto más pequeños sean. Esto es debido a que todavía no han aprendido a controlar sus emociones y se dejan llevar por ellas sin ser conscientes, en ese momento, de las consecuencias de las mismas. Para ayudarles a ser conscientes de este problema, os propongo una combinación de varias herramientas: •Un cuento. •Un juego de relajación visual. •Una técnica de solución de problemas. Empezaríamos por leer el CUENTO DE VOLCANITO “Erase una vez un precioso Volcán, llamado Volcanito, que vivía feliz en su isla. Tenía muchos amigos: las nubes que le hacían cosquillas cuando lo sobrevolaban, las gaviotas con sus bailes por el cielo…y le encantaba compartir con ellos su precioso jardín de Árboles. Era su orgullo y dedicaba horas a cuidarlos. Un día llegó a la isla un pastor con un gran rebaño de ovejas. El pastor pronto se dio cuenta de que si quería alimentarlas tendría que talar algunos árboles para hacer un enorme pastizal donde las ovejas pudieran comer tranquilas. Así pues se puso manos a la obra. Volcanito, que había estado entretenido hablando con las nubes de pronto se dio cuenta de lo que sucedía… Cuando lo descubrió notó como todo él se enfurecía “¿Cómo puede estar haciendo eso??… ¡No tiene derecho, este hermoso jardín es mío y de nadie más…!!”. Volcanito comenzó a ponerse rojo de rabia, un calor comenzó a expandirse por su cuerpo… que empezó a temblar… unas ganas terribles de hacer daño al Pastor le invadió. De la cabeza comenzó a salir un feo humo… seguido de unas pequeñas piedras lanzadas con gran fuerza…sin darse cuenta Volcanito estalló y un gran chorro de lava estalló con violencia incendiando y arrasando todo lo que tocaba… Pronto, todos los árboles se tornaron en llamas…. Sus amigos y huyeron horrorizados. La ira de Volcanito arrasó con furia todo. Cuando Volcanito quiso darse cuenta…ya era demasiado tarde. Una gran tristeza lo embargo… En este punto pararíamos e intentaríamos hacer una reflexión sobre las consecuencias del enfado de Volcanito. Para ligar esta emoción a una estrategia de afrontamiento, suelo añadir un final al cuento, que nos ayude a introducir la dinámica del tarro de la calma: “Entonces llegó el hada de la naturaleza que vivía en el bosque de la isla. Se acercó a Volcanito y le vio tan apesadumbrado que sintió lastima de él. –Volcanito, no le des más vueltas, lo que te ha pasado es normal y está en tu naturaleza, pero habrá que aprender a controlarlo si no quieres arrasar con toda la isla una y otra vez- EL hada barrió toda la ceniza de la isla y la metió con un poco de polvo de hada, en un bote. Corrió al río y lo llenó de agua diciéndole así: -Volcanito, el agua apacigua tu fuego, las cenizas te recuerdan lo que ha ocurrido, cada vez que notes calor y tensión en tu interior, para un momento y observa el bote, su magia te ayudará a tranquilizarte y no explotar. Y así ese hada maravillosa, le entregó el primer bote de la CALMA. Cada vez que algo le parecía injusto, Volcanito hacía uso de su bote y aunque se enfadó muchas veces más, no llegó nunca a explotar como aquel día, consiguiendo así que la isla de nuevo floreciera, los árboles crecieran y todo volviera a ser verde y bello.” En este momento, le propondríamos crear nuestro BOTE DE LA CALMA. El bote de la calma es un tarro con purpurina que tiene el objetivo de ordenar mentalmente al niño mientras le observa, provocando emociones positivas, ayuda a la concentración y transmite tranquilidad. Materiales: •Un bote. •Una cuchara sopera y una cucharilla. •Pegamento líquido con purpurina o pegamento líquido por un lado y purpurina suelta por otro. •Agua tibia. •Colorante. Pasos: 1.Verter el agua tibia en el bote sin llenar hasta arriba para poder mover el líquido en el interior. 2.Echar dos cucharadas soperas de pegamento o aceite de niños. Si no lleva purpurina, incorporar dos cucharaditas de purpurina y remover bien hasta que se diluya. 3.Puedes añadir una gota de colorante para darle color. Remueve. 4.Tapar. Cada vez que un niños muestre enfado o intranquilidad por alguna razón, un paso previo antes de hablar con él /ella debe ser tranquilizarse. El bote de la calma ayuda a ello y puede ser utilizado en estas situaciones. Se le da la instrucción al/a peque de que agite el bote y observe como la purpurina se posa en el fondo. Sus pensamientos y emociones están como la purpurina, revueltos y hay que esperar a se posen para poder hablar de ellos. Por último, intentaremos reflexionar sobre lo que ha pasado, respondiendo a unas preguntas para RESOLVER EL PROBLEMA: 1.¿Qué ha hecho que te enfadaras tanto?. 2.¿Qué podemos hacer diferente para arreglarlo? 3.¿Son posibles esas opciones? ¿cuál es la mejor? 4.Crea un plan para poner en marcha la mejor elección. 5.Valora si después de hacerlo ha salido bien. Sino, vuelve al punto 2.